De horneros, bagres y ñandúses

Los Hornero

Un vuelo ligero

y en el pico trae,

de barro, un poquito.

Otro vuelo más

y en el pico llega

otro poquitito.

Poco a poco crece

su nueva casita

hecha con esmero.

El nido esta pronto,

mañana se muda l

a familia Hornero.

El ñandú

Pasa corriendo apurado

un plumero grande y gris,

de tenso cogote largo

parece inmensa perdiz.

Corren atrás sus pichones

no hay ninguno perezoso,

son como diez plumeritos

que lo siguen presurosos.

Ya se alejan correteando

a salvo de los mirones,

se pierden en lontananza

Don Ñandú y sus charabones.

El bagre

Zigzagueando allá en el fondo
del dulce y marrón arroyo,
el viejo pez bigotón
come y come, en lo mas hondo.

Va esquivando los anzuelos
que lo quieren enganchar,
rezongan los pescadores
que no lo pueden parar.

Cuidando bien sus bigotes
moviéndolos sin cesar,
Don Bagre se va coleando,
nadie lo pudo pescar.

De corderitos, tarariras y zorrillos

El corderito

Saltando como resorte
el corderito mamón,
mas parece nubecita
blanca como el algodón,
que flotandito despacio
desde el cielo se bajó
y en el verde de los campos
rebotando se quedó.

La tararira

En la orilla del arroyo
bajo el agua calentita,
reflejando con su lomo
la luz que el sol proporciona,
duerme quieta y solitaria
la tararira dientona.

Señor Zorrillo

Todos saben que el bichito
es nervioso y desconfiado,
y si por algo se ofende
te da la espalda, enojado.

¡Cuidado con Don Zorrillo
cuando la cola levanta!,
va a regalarte un perfume
con un olor que te espanta.

Compendio con swing

I

Barco gigante
de barriga llena
que llevas el trigo
allende la mar,
en cada pequeño
grano amarillento
del sol de mi tierra
un poquito va.

II

Te comen los chinos
y los japoneses,
sajones, latinos,
y los albaneses,
también los eslavos
y los escoceses.
- Pequeño granito, ¿decime quien sos.?
- ¡Encantado amigo!, me dicen: Arroz.

III

Cae la manzana,
pega en el plato,
tira el helado,
mancha la tela,
deja un dibujo color canela.
- ¡Es un desastre!
- ¡Miren que enchastre!,
desesperada
grita la abuela.

IV

El camello es jorobado
el dromedario es dos veces jorobado,
los dos juntos son jorobados, jorobados, jorobados,
pero mucho mas jorobado
jorobado de verdad, bien jorobado
es mi perro salchicha,
si esta enojado.

De sapos y bichitos, hormigas, búhos y buhitos

Don Sapo

Don sapo gordo y bocón
de noche el charco abandona,
buscando comida fresca
porque es tremendo tragón.

Su larga lengua entrenada
la maneja con destreza,
cuando la enfoca en la presa
ésta ya esta condenada.

Le encantan polillas grandes,
orugas bien regordetas,
los grillos si son crocantes,
todos entran en la dieta.

Las moscas son un manjar
para completar la cena,
después, con la panza llena
al charco va a descansar.

Y croando soñador
bien saciado el apetito,
recuerda cuando era chico…
¡que lindo renacuajito!.

Ejército de maniobras

Una tras otra sin descansar,
cargan su carga, vuelta a empezar,
ya sea un palito o una miguita,
todo les sirve a las hormiguitas.

Sigue el camino al hormiguero
tras de una prima que va primero
y atrás le sigue un hormigón
que cuida todo serio y gruñón.

Una columna por entre el pasto
llena de obreras siguiendo el rastro
viene del patio a la cocina,
la torta tiene miles encima.

También el plato, el azucarero,
las galletitas, el flan de huevo,
todas las ollas y la basura,
hasta las frutas y el cenicero.

Cuando comience a amanecer
sera dificil que las puedas ver,
pues del ejército la mayoría,
estará roncando, su misión cumplida.

Don Búho




Quietito en la punta´el poste
del alambrado herrumbriento,
con sus ojazos grandotes
mira y mira muy atento.

El cabezón señor Búho
te sigue con la mirada.
¡Como retuerce el pescuezo!
¿tendrá la nuca quebrada?

La cabezota emplumada
de tanto que la da vuelta,
como que mira hacia atrás.
¿Será que la tiene suelta?.

Espera el mejor momento
sin prisas y sin apuros,
cuando levanta su vuelo
lleva destino seguro.

Planeando en silencio ataca
es su aliada la sorpresa,
lleva decidido el golpe
no se le escapa una presa.

Luego a repartir la cena
en los piquitos abiertos,
de sus pichones con hambre,
que exigen sus alimentos.

De babosas, caracoles, cucarachas, vivoritas y ratones

De babas babosas

Brillante baba superbabosa
que si la tocas es resbalosa,
también viscosa, muy pegajosa,
es un camino de baba babosa.

Tres caracoles baba babeando
con sus casitas van deslizando,
hojas sabrosas desean deseando
¡porque el almuerzo buscan buscando!.

Miran que miran sus largos ojos
y encuentran verde en la enramada,
prueban las plantas... mmm, ¡están bien buenas!,
la comilona esta asegurada.

Sávia muy fresca, hojas verdosas,
ramas blanditas y apetitosas
mascan que mascan, tragan que tragan,
de la plantita no dejan nada.

La bailantera

La cucaracha coqueta
de tanto apuro resbala,
por las baldosas mojadas
se va corriendo a la fiesta.

Para no mojar su ropa
camina en punta de pié,
esta noche tiene baile
canta en el patio el ciempiés.

Dos babosas pegajosas
bailan sin hacerles caso
a las mosquitas del queso
que revolotean chismosas.

Canta un coro de chicharras,
la fiesta esta en su apogeo
y hace un excelente solo
un grillo gordo bien feo.

En la bolsa de basura
sigue la fiesta hasta tarde,
el bicherío se alborota,
¡el ambiente esta que arde!

Cuando vuelven a sus casas
el piso ya se secó,
la abuela esta levantada
y hasta el gallo ya cantó.

Viborita de cascabel

El salto de la culebra
tenía malas intenciones,
le tiro bruta mordida
a un grupito de ratones.

Pero no agarró a ninguno
porque salieron corriendo,
la habían sentido venir,
se quedó sin alimento.

A la culebra con hambre
la cena se le esfumó,
no tuvo suerte la pobre
ningún ratón se comió.

¡Es que me sienten venir
por el ruido a cascabeles!
tengo que ver como hago
para hacer que no me suenen.